APNEA DEL SUEÑO

 

Produce un aumento del riesgo de padecer enfermedades como la hipertensión arterial, diabetes, cardíacas y cerebro vasculares. El diagnosticar a este tipo de paciente es sencillo, mediante una evaluación hecha por un odontólogo especialista en roncopatología y la apnea obstructiva del sueño y con una adecuada formación. El paciente es tratado con férulas intraorales DRUM Apnea de eficacia comprobada clínica y científicamente reduce entre un 70% – 90% los ronquidos y las apneas del sueño.

¿Qué es el síndrome de apnea del sueño?

 

El síndrome de apnea del sueño (SAHS). Es el trastorno respiratorio más importante de estas dos últimas décadas con un espectacular auge en el capo de la investigación, evolución en el diagnóstico y tratamiento.

El Consejo Nacional sobre el síndrome de apneas-hipopneas del 2005, define SAHS como “un cuadro de somnolencia excesiva, trastornos cognitivo-conductuales, respiratorios, cardiacos, metabólicos o inflamatorios secundarios a episodios repetidos de obstrucción de la vía respiratoria superior durante el sueño.

En el SAHS ocurren episodios repetidos de pausas respiratorias (apneas) durante el sueño, como consecuencia de alteraciones anatómicas o funcionales de la vía aérea superior que afectan a su permeabilidad e inciden negativamente en su tendencia al colapso dificultando el normal funcionamiento del ciclo respiratorio.

Consecuencias de la apnea y los ronquidos

 

Una de las consecuencias más significativas de la apnea es la fragmentación del sueño, esto hace que la persona se despierte con la sensación de no haber descansado, aún cuando no se acuerde de haberse despertado (sueño poco reparador). Dichas personas suelen sentir dolor de cabeza al despertarse ( que mejora al pasar unas horas ) así como sequedad en la boca. Al transcurrir el día se siente cansado constantemente y nota somnolencia en situaciones sedentarias.

Esto representa un riesgo muy alto para la sociedad ya que estas personas suelen tener un índice mayor de accidentes de tránsito (hasta 7 veces superior al de la población normal) y de accidentes laborales.

Aparecen también cambios en el estado de ánimo como irritabilidad, depresión, alteraciones en el rendimiento, o pérdidas de la capacidad de concentración y memoria.

Cuyas empresas tienen un número muy alto de roncadores sin diagnóstico ni tratamiento estas disminuyen hasta un 30% su capacidad de productividad diaria (bajo rendimiento laboral) y aumentan hasta un 50% los riesgos de sufrir accidentes cotidianos.

Consecuencias:

Las personas pueden sufrir

SUEÑO: Ronquidos, somnolencia diurna excesiva, insomnio o jadeos durante el sueño, depresión.

COMPORTAMIENTO: Irritabilidad, cabios bruscos de humor, apatía, cansancio, aletargamiento, sensación de no haber dormido bien, depresión, hipersomnolencia.

RESPIRATORIOS: Episodios de ausencia de respiración, dificultad para respirar, respiración por la boca o respiración ruidosa.

COGNITIVOS: Falta de concentración, pérdida de la memoria, deterioro intelectual, disminución de la actividad motora, pérdida de reflejos, disfunción motora, bajo rendimiento laboral.

SISTEMA CARDIOVASCULAR: Insuficiencia cardiaca, arritmias cardiacas, hipertensión arterial, infarto agudo al  cardiaco.

SISTEMA CEREBROVASCULAR: Accidentes cerebrovasculares, infartos cerebrales, derrame cerebral.

OTROS: Fatiga, boca seca, Urinarios (micción excesiva por la noche), disfunción eréctil e impotencia, pérdida del deseo sexual, diabetes tipo II, sudoración excesiva, pesadillas, alteraciones en el sistema endocrino y metabólico.